Las musas que rondan mi cabeza,
observan con vergüenza
como rompo contratos de poeta
que un día impuse a mi bragueta.
Obsesiva obsesión,
si le hago caso al corazón
asesino a la razón
y busco tu calor.
Moralidad esquiva,
¿dónde estás cuando te necesitan?
Como nieve derretida,
hielo fundido si me miras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario