miércoles, 25 de marzo de 2015

DE ADUANAS Y MOCHUELOS

El agua de la lluvia moja su mejilla,
las doce en punto escupió sus manecillas
cuando se escapó la última brisa
de los labios esbozando una sonrisa.

Sus ojos cruzaron mil aduanas
en un solo segundo durante esa mirada,
las palabras observaron horrorizadas
cómo los fonemas se estancaban.

Sus manos engendraron un cálido abrazo,
sus cuerpos, absortos ocasos,
testigos fueron del colosal cadalso
que incendió un verbal orgasmo.

El noctámbulo viento dibujó un "te quiero"
que estremeció los latidos del suelo,
y testigos fueron los mochuelos
de cómo una lágrima secó las nubes del cielo.

1 comentario: