Tus espejos de miel abrazan soles
que murieron en cascadas de frío
al desafinar el solo en do bemol,
al repudiar nuestras pieles de abrigo.
Y en mis cascos, M-Clan no ayuda, no,
roto por dentro, dañado de hastíos,
de malditos poetas de contenedor
que en tus abrazos se ha perdido.